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Estrategias para minimizar la superficie de ataque en sistemas informáticos.

Superficie de Ataque: ¿Qué es este Ataque y Cómo Reducirlo?

Comprender y gestionar activamente tu superficie de ataque es esencial para mantener una postura de alta seguridad. Desafortunadamente, las superficies de ataque están en su punto más alto, tanto en amplitud como en complejidad.

La expansión de la computación en la nube, el trabajo remoto, los dispositivos BYOD y la Internet de las Cosas (IoT) aumentaron la superficie de ataque promedio y dificultaron la localización de todos los posibles vectores de ataque. Identificar y asegurar todos los puntos de entrada es más difícil que nunca, por lo que decidimos crear esta publicación.

Este artículo es una guía completa sobre las superficies de ataque que cubre todo lo que debes comprender sobre este concepto de seguridad vital. Una vez que termines de leer, sabrás cómo reducir tu superficie de ataque y proteger mejor a tu organización.

¿Qué es una Superficie de Ataque?

Aleta de tiburón en un mar de código binario.
Representación visual de la amenaza en la superficie de ataque digital.

Una superficie de ataque (conocido en inglés como Attack Surface) es la suma total de todas las vías potenciales que los usuarios no autorizados o las entidades maliciosas pueden usar para comprometer la seguridad o la integridad de un sistema. Los equipos de seguridad utilizan el concepto de superficies de ataque para identificar y luego proteger todos los puntos de entrada a un sistema.

Por ejemplo, la superficie de ataque de una aplicación podría incluir estos puntos de entrada potenciales:

  • Interfaces de administrador y usuario.
  • APIs.
  • Mecanismos de autenticación.
  • Entradas de usuario.
  • Vías de datos.
  • Interfaces con otras aplicaciones.
  • Almacenamiento local.

Una vez que comprendas todas las formas en que alguien puede violar un sistema, toma medidas para eliminar los puntos de entrada redundantes y asegurar los necesarios.

Cuantos más puntos de entrada dejes (es decir, cuanto más grande sea tu superficie de ataque), mayor será el riesgo de incidentes potenciales.

Minimizar la superficie de ataque da como resultado el descubrimiento y la eliminación proactiva de vulnerabilidades del sistema. Reducir el número de puntos de entrada potenciales también reduce los riesgos derivados de:

  • Intentos de violación de datos y ciberataques.
  • Errores y omisiones humanas (por ejemplo, hacer clic en un enlace de phishing o causar accidentalmente una fuga de datos).
  • Software obsoleto y defectuoso.
  • Bibliotecas, complementos y servicios de terceros.

Las superficies de ataque son altamente dinámicas y cambian con el tiempo a medida que los equipos agregan nuevo hardware, instalan programas, aplican actualizaciones y realizan cambios de configuración. El monitoreo continuo de la superficie es necesario si las empresas desean identificar y abordar rápidamente las nuevas vulnerabilidades.

Además de la gestión de la superficie de ataque, el modelado proactivo de amenazas también debe ser una prioridad en tu lista de tareas de ciberseguridad. El modelado de amenazas ayuda a identificar y priorizar las amenazas potenciales a un sistema, lo que complementa el análisis de la superficie de ataque y mejora la postura de seguridad general.

Superficie de ataque vs. Vector de ataque

Mientras que una superficie de ataque representa el alcance completo de las vulnerabilidades potenciales de un sistema, un vector de ataque es un método o medio específico mediante el cual un atacante explota estas vulnerabilidades.

Los vectores de ataque explotan las debilidades y fallas en la superficie de ataque para obtener acceso no autorizado, ejecutar código peligroso o lograr otros objetivos maliciosos. Aquí tienes una lista de los vectores de ataque más comunes a los que probablemente te enfrentarás:

  • Tácticas de ingeniería social.
  • Implementaciones de malware (ransomware, adware, troyanos, virus, etc.).
  • Ataques de fuerza bruta.
  • Inyecciones SQL.
  • Ataques de intermediario.
  • Exploits de día cero.
  • Amenazas internas.

Comprender tu superficie de ataque y sus posibles vectores es crucial para identificar y mitigar eficazmente los riesgos de seguridad potenciales. Los dos conceptos también dependen en gran medida el uno del otro.

Tipos de superficies de ataque

Hay tres tipos generales de superficies de ataque: superficies digitales, superficies físicas y superficies de ingeniería social. Estas categorías no son mutuamente excluyentes y muchas amenazas implican aspectos de más de un tipo de superficie de ataque.

Superficie de ataque digital

Las superficies de ataque digitales abarcan las vulnerabilidades y debilidades en el software, las redes y otros activos digitales. Los actores maliciosos explotan estas fallas para obtener acceso no autorizado, robar datos confidenciales, interrumpir las operaciones o causar otras formas de daño.

Estas son las debilidades más comunes que se encuentran en las superficies de ataque digitales:

  • Vulnerabilidades de software. Los atacantes a menudo se dirigen a fallas en las aplicaciones de software, sistemas operativos y firmware. Estas vulnerabilidades incluyen errores de codificación, fallas de diseño y debilidades de implementación que permiten a los intrusos acceder a los sistemas o ejecutar código malicioso.
  • Vulnerabilidades de red. Las debilidades en la seguridad y los protocolos de infraestructura de red son problemas comunes. Las fallas típicas de la red incluyen puertos abiertos, cifrado débil, redes inalámbricas inseguras, seguridad de correo electrónico deficiente y controles de acceso inadecuados.
  • Configuraciones incorrectas. Estas fallas ocurren cuando los equipos configuran o implementan incorrectamente sistemas, aplicaciones o dispositivos. Las vulnerabilidades habituales incluyen configuraciones predeterminadas, contraseñas débiles, servicios innecesarios y controles de acceso incorrectos.
  • Mecanismos de autenticación débiles. Las contraseñas fáciles de adivinar, las credenciales predeterminadas o la falta de autenticación multifactor (MFA) a menudo permiten a los atacantes obtener acceso no autorizado al sistema.
  • Dependencias de terceros. Muchas organizaciones dependen de software, servicios y componentes de terceros. Estas dependencias representan un riesgo enorme si están mal integradas o si el tercero no protege adecuadamente sus activos.
  • TI en la sombra. Los programas de TI en la sombra son un término para cualquier pieza de software que los empleados utilizan sin el conocimiento o la aprobación del equipo de seguridad. Este tipo de software carece de los procedimientos de monitoreo y seguridad adecuados, lo que introduce un riesgo grave, ya que expande secretamente la superficie de ataque digital.

Superficie de ataque física

La superficie de ataque física abarca las vulnerabilidades en los componentes e infraestructura física de la organización. Las debilidades en la superficie de ataque física afectan varios aspectos del entorno físico y los controles de seguridad, que incluyen:

  • Seguridad de las instalaciones. El acceso físico a edificios, oficinas, salas de servidores y otras instalaciones requiere una seguridad estricta. Las debilidades como puertas sin llave, puntos de entrada sin vigilancia o guardias de seguridad inadecuados aumentan el riesgo de acceso no autorizado.
  • Seguridad del hardware. El acceso físico a dispositivos de hardware (servidores, estaciones de trabajo, equipos de red, dispositivos de almacenamiento, etc.) representa riesgos si no proteges estos activos. Los actores maliciosos a menudo intentan manipular el hardware para obtener acceso a datos confidenciales.
  • Seguridad de dispositivos periféricos. Los dispositivos como impresoras, unidades USB y dispositivos de almacenamiento externos también son vulnerables a ataques físicos. Los atacantes a menudo explotan los dispositivos periféricos para ejecutar código malicioso, robar datos u obtener acceso a otros dispositivos conectados.
  • Almacenamiento físico de datos. Los robos de documentos impresos, cintas de respaldo o medios de almacenamiento extraíbles son tácticas comunes. Los atacantes roban activos físicos que contienen datos confidenciales para obtener archivos valiosos o recopilar información para futuros ataques.

Un intruso malicioso en el sitio no tiene que robar nada para causar daños graves. Por ejemplo, unos pocos minutos sin supervisión en una de tus computadoras podrían permitirle a alguien:

  • Mapear todos los dispositivos, puertos y servicios de red conectados al dispositivo.
  • Inspeccionar el código fuente que se ejecuta en el dispositivo.
  • Buscar bases de datos que contengan archivos confidenciales.
  • Instalar software espía.
  • Entregar ransomware.
  • Usar la escalada de privilegios para obtener acceso a otros dispositivos.

Superficie de ataque de ingeniería social

La superficie de ataque de ingeniería social se refiere a las vulnerabilidades en la psicología y el comportamiento humano que permiten a un atacante manipular a los empleados para que realicen acciones dañinas. Otro nombre común para la ingeniería social es “hackeo humano”.

Los ataques de ingeniería social explotan la confianza, la curiosidad, el miedo u otras emociones de los empleados. Estas tácticas manipulan a las personas para que cometan errores que comprometen los activos o la seguridad de la organización, como:

  • Compartir información que no deberían revelar.
  • Descargar software infectado.
  • Visitar un sitio web que realiza una descarga automática (drive-by download).

Aquí están los vectores más comunes que utilizan los delincuentes para explotar las fallas en la superficie de ataque de ingeniería social:

  • Phishing: Los atacantes a menudo utilizan mensajes o sitios web fraudulentos para engañar a las personas y que revelen información confidencial o útil (por ejemplo, horarios de trabajo, contraseñas, nombres de usuario, fechas de vacaciones). Los ataques de phishing se hacen pasar por entidades de confianza, como bancos, agencias gubernamentales o colegas, para engañar a los destinatarios y que tomen medidas.
  • Pretexting: El pretexting consiste en crear un escenario o pretexto fabricado para engañar a alguien y que comparta información confidencial o realice una acción dañina. Mientras que las tácticas de phishing tienden a utilizar la urgencia y el miedo para engañar a las víctimas, el pretexting tiene como objetivo establecer una falsa sensación de confianza. Los atacantes suelen hacerse pasar por figuras de autoridad, personal de soporte técnico o proveedores externos de confianza.
  • Baiting: Esta táctica consiste en que un atacante atrae a las personas a realizar una acción específica ofreciendo algo de valor a cambio, como una descarga gratuita, un premio o un cupón. Estas ofertas suelen contener contenido malicioso, como archivos o URL infectados con malware.
  • Tailgating (o piggybacking): El tailgating consiste en que un atacante acompaña físicamente a un empleado autorizado a una zona de oficina restringida. Al explotar las normas sociales o la confianza, el atacante obtiene acceso no autorizado a instalaciones o recursos seguros.
  • Suplantación de identidad: Estos ataques ocurren cuando un intruso intenta entrar en una instalación con una identidad falsa. Los atacantes a menudo se hacen pasar por nuevos empleados, ejecutivos o contactos de confianza para engañar a los miembros del personal y ganarse su confianza.

¿Qué es la gestión de la superficie de ataque?

La gestión de la superficie de ataque (ASM / Attack Surface Management) es una práctica de ciberseguridad que consiste en identificar, monitorear y gestionar activamente la superficie de ataque de una organización. La ASM tiene como objetivo minimizar la superficie de ataque mitigando posibles fallas y debilidades en los sistemas.

Gestionar las superficies de ataque permite a una organización mejorar su postura de seguridad general, reducir la probabilidad de ataques exitosos y prevenir el acceso no autorizado. Estos son los cinco pasos generales en el proceso de ASM:

  1. Mapeo de la superficie de ataque: El ASM comienza con la identificación de todos los puntos de entrada potenciales al sistema.
  2. Eliminación de activos: El equipo elimina todos los activos y puntos de entrada redundantes e innecesarios. De esta manera, los miembros del personal minimizan la superficie de ataque y simplifican el ASM general.
  3. Evaluación de vulnerabilidades: Una vez que el equipo de seguridad identifica todos los puntos de entrada, el siguiente paso es realizar una evaluación integral de vulnerabilidades. Una evaluación identifica las debilidades dentro de los sistemas, redes y aplicaciones de la organización.
  4. Priorización de riesgos: El siguiente paso consiste en priorizar las fallas en función de su gravedad, impacto potencial y probabilidad de explotación.
  5. Mitigación de debilidades: El siguiente paso en el ASM requiere que el equipo implemente medidas para mitigar las fallas identificadas. Los métodos de mitigación típicos incluyen la aplicación de actualizaciones de software, la reconfiguración de la configuración de seguridad y la implementación de nuevos controles o herramientas de seguridad.

El ASM es un proceso continuo que requiere una supervisión continua de la superficie de ataque para detectar nuevas vulnerabilidades y mantenerse al día con los vectores de ataque emergentes. La supervisión en tiempo real y la inteligencia sobre amenazas son imprescindibles.

¿Cómo analizar y definir tu superficie de ataque?

Analizar y definir tu superficie de ataque es un paso crítico en la ASM. Comienza creando un inventario de todos los activos digitales y físicos dentro de tu organización, incluyendo todos los:

  • Servidores (físicos y virtuales).
  • Estaciones de trabajo.
  • Dispositivos móviles.
  • Equipos de red.
  • Dispositivos IoT.
  • Impresoras, escáneres y otros periféricos.
  • Herramientas de software.
  • Software de productividad y comunicación.
  • Aplicaciones personalizadas.
  • Software de terceros.
  • Sitios web de la empresa.
  • Cuentas de redes sociales.
  • Aplicaciones web.
  • Bases de datos in situ.
  • Almacenamiento en la nube.
  • Oficinas, salas de servidores y centros de datos.
  • Empleados.
  • Contratistas, consultores y proveedores externos.


A continuación, identifica todos los puntos de entrada potenciales que un atacante podría explotar para obtener acceso no autorizado a tus activos o a través de ellos. Los puntos de entrada habituales son los activos orientados a Internet (sitios web, aplicaciones web, servidores de correo electrónico y puertas de enlace VPN) y los recursos internos (estaciones de trabajo, servidores, dispositivos IoT y empleados). Ten en cuenta los activos tanto locales como en la nube, pero también recuerda buscar puntos de entrada de TI en la sombra, huérfanos (abandonados pero no desactivados) y no autorizados (activos implantados por hackers).

Además, analiza cómo fluyen los datos entre diferentes sistemas y aplicaciones. Identifica los activos de datos críticos (información del cliente, datos financieros, propiedad intelectual, etc.) y determina dónde almacenas y procesas estos archivos.

Realiza evaluaciones de vulnerabilidad para identificar las debilidades y vulnerabilidades en los puntos de entrada de tu organización. La mayoría de los equipos utilizan una combinación de las tres estrategias de prueba siguientes para descubrir vulnerabilidades:

  • Herramientas de prueba automatizadas.
  • Pruebas manuales.
  • Pruebas de penetración.

Finalmente, documenta tus hallazgos en un informe completo. Incluye detalles sobre los activos identificados, los puntos de entrada, los flujos de datos, las vulnerabilidades, los controles de seguridad existentes y los factores externos que conforman tu superficie de ataque.

¿Cómo reducir tu superficie de ataque?

Reducir la superficie de ataque implica implementar precauciones de seguridad para minimizar la cantidad de puntos de entrada a un sistema. Veamos varios métodos muy efectivos para reducir las superficies de ataque.

#1. Gestión de parches oportuna

La gestión de parches mitiga las vulnerabilidades al asegurar que todo el software y los sistemas tengan los últimos parches y actualizaciones de seguridad. Aquí hay un vistazo más de cerca de cómo la gestión oportuna de parches reduce la superficie de ataque:

  • Mitigación de vulnerabilidades conocidas. La mayoría de los ciberataques explotan fallas conocidas y sin parches en el software y los sistemas operativos. La gestión de parches protege contra estas amenazas al cerrar las brechas de seguridad a las que apunta el software malicioso.
  • Menos exposición a exploits. Los atacantes a menudo buscan activamente objetivos que no aplican los últimos parches a sus sistemas. Mantener todo actualizado asegura que un atacante que busca empresas vulnerables vaya tras objetivos diferentes.
  • Mejor monitoreo de activos. Los equipos encargados de la gestión de parches deben monitorear activamente el software para rastrear los estados de implementación de parches y evaluar el cumplimiento. Esta visibilidad mejora la capacidad del equipo para identificar y abordar rápidamente las fallas, reduciendo aún más la superficie de ataque.

La mayoría de las empresas confían en la automatización para optimizar el proceso de aplicación de parches. La implementación automatizada de parches asegura actualizaciones oportunas y minimiza el margen de oportunidad para los actores maliciosos.

Recuerda priorizar los parches según su criticidad. Considera usar puntajes de gravedad para priorizar las actualizaciones críticas para la misión sobre las menos urgentes. Otras prácticas útiles incluyen tener una política de gestión de parches en toda la empresa y probar los parches en un entorno controlado antes de la implementación.

#2. Principio de mínimo privilegio

El principio de mínimo privilegio es una estrategia de seguridad que restringe a los usuarios, procesos y sistemas al mínimo nivel de acceso y permisos necesarios para realizar sus funciones. Cumplir con el principio de mínimo privilegio beneficia significativamente la gestión de la superficie de ataque de tres maneras clave:

  • Limitar el acceso a datos, sistemas y recursos confidenciales reduce la cantidad de puntos de entrada potenciales para obtener acceso no autorizado.
  • Otorgar acceso limitado a usuarios y programas limita el alcance de las posibles infracciones. Se minimiza el daño que un atacante puede causar con un programa o cuenta comprometidos.
  • La adopción del principio de mínimo privilegio limita las oportunidades de movimiento lateral.

Implementar el principio de mínimo privilegio también mejora tus probabilidades de detener las amenazas internas. Limitas el acceso y los permisos de los empleados con intenciones maliciosas, evitando que causen un daño excesivo a tu organización.

La mayoría de las empresas que optan por el principio de mínimo privilegio utilizan controles de acceso basados en roles (RBAC). Los RBAC ayudan a implementar controles de acceso granulares basados en los roles y responsabilidades de los usuarios, lo que simplifica la gestión del acceso y reduce la sobrecarga administrativa.

#3. Capacitación regular sobre concientización de seguridad

La capacitación sobre concientización de seguridad educa a la fuerza laboral sobre las amenazas habituales, las mejores prácticas y el papel de los empleados en la protección de los sistemas y los datos. Aumentar la conciencia de seguridad asegura que los trabajadores sepan cómo reconocer y lidiar con las amenazas de seguridad.

Esto es lo que debes cubrir durante las sesiones de capacitación para reducir tu superficie de ataque:

  • Características comunes de los mensajes de phishing (errores de ortografía y gramática, direcciones de remitente sospechosas, lenguaje urgente, solicitudes extrañas, etc.).
  • Tácticas para manipular a las personas para que revelen datos confidenciales o realicen acciones no autorizadas.
  • Señales o indicadores comunes de ingeniería social, como solicitudes inesperadas de archivos confidenciales o demandas urgentes de acción.
  • Guía sobre cómo proteger los entornos de trabajo remotos y las redes Wi-Fi domésticas.
  • Instrucciones sobre cómo manejar archivos confidenciales.
  • Todas las políticas y procedimientos de seguridad relevantes (reglas de uso aceptable, política de seguridad en la nube, procedimientos de manejo de datos, requisitos de seguridad de dispositivos, protocolos de respuesta a incidentes, etc.).
  • Pautas para informar actividades sospechosas e incidentes potenciales.

Recuerda que los empleados tienen diferentes niveles de experiencia técnica. Considera adaptar el contenido de la capacitación a diferentes grupos de audiencia según sus roles, responsabilidades y niveles de riesgo.

Considera realizar ejercicios ocasionales, como campañas de phishing simuladas y pruebas de ingeniería social. Estos ejercicios refuerzan los conceptos de capacitación y ayudan a identificar áreas de mejora.

#4. Eliminación de activos de TI innecesarios

Cada pieza de software, hardware, puerto abierto y servicio en la nube representa un punto de entrada potencial de tu red. Desactiva todos los activos que el equipo no utiliza activamente.

Los activos típicos que las empresas pasan por alto son las aplicaciones heredadas, las licencias de software redundantes, las instancias de nube no utilizadas y el hardware obsoleto. Eliminar estos activos reduce la cantidad de vulnerabilidades potenciales y minimiza tu superficie de ataque.

Eliminar activos también tiene los siguientes beneficios:

  • Complejidad reducida. Cuanto más software y servicios tiene un sistema, más complejo se vuelve de administrar y asegurar. Eliminar los activos innecesarios simplifica la configuración del sistema y reduce la complejidad, lo que facilita la identificación y resolución de fallas de seguridad.
  • Eliminación de software obsoleto. El software obsoleto representa un riesgo de seguridad significativo, ya que a menudo contiene vulnerabilidades sin parchar. Eliminar el software obsoleto elimina estos riesgos de seguridad y asegura que el sistema solo ejecute software que se admite activamente.
  • Eficiencia mejorada. El software y los servicios innecesarios consumen recursos del sistema, como la potencia de procesamiento y el espacio de almacenamiento de datos. Eliminar estos activos libera valiosos recursos del sistema, mejorando el rendimiento general del sistema y tus resultados.

Aplica la misma lógica de eliminación al código. Cada línea de código introduce posibles vulnerabilidades que un atacante podría explotar para comprometer un sistema. Al ejecutar menos código, las organizaciones reducen la cantidad de vectores de ataque disponibles para los actores maliciosos.

Segmentación de red

La segmentación de red es la estrategia de dividir una red en zonas más pequeñas y autónomas para mejorar los controles de acceso. La segmentación aísla los sistemas de alto valor y vulnerables de las partes menos sensibles de la red.

Hay varios tipos de segmentación de red, cada uno con características y beneficios separados:

  • Segmentación física. Este tipo implica separar físicamente los componentes de la red, como usar conmutadores o enrutadores separados para diferentes segmentos.
  • Segmentación VLAN. Las empresas pueden usar LAN virtuales para separar lógicamente el tráfico de red según el puerto, el protocolo o los grupos de usuarios.
  • Subnetting. Esta estrategia divide una red en subredes más pequeñas, cada una con su máscara de subred.
  • Microsegmentación. Este tipo de segmentación implica dividir la red en segmentos de grano fino a nivel de aplicación para aplicar controles de acceso granulares.

La segmentación de red beneficia significativamente la gestión de la superficie de ataque. La práctica aísla diferentes segmentos de red entre sí, lo que contiene posibles infracciones de seguridad e impide que los intrusos se muevan libremente por la red. La segmentación también permite que un equipo aplique mejores controles de acceso y restrinja el flujo de tráfico entre zonas.

Recuerda que la segmentación solo funciona si tienes políticas de seguridad de red sólidas y seguridad por zona. Apoya tu estrategia de segmentación con otras medidas de seguridad, como:

Palabras Finales

Analizar y luego reducir tu superficie de ataque reduce sustancialmente la probabilidad de incidentes de seguridad. Comprender tu superficie de ataque también fomenta una mentalidad proactiva, que siempre es mejor que ser reactivo ante los incidentes. Usa lo que aprendiste aquí para comenzar a gestionar tu superficie de ataque y mejorar tus probabilidades de evitar que los actores maliciosos lancen ataques contra tu organización.