Las redes privadas virtuales (VPN) son una herramienta útil. Pero es demasiado fácil utilizarlas para la tarea equivocada, configurarlas incorrectamente o cometer otros errores habituales. Por lo tanto, he aquí cómo evitarlos y aprovechar al máximo estos servicios.
Y si aún no cuentas con una, considera utilizar ya una aplicación VPN para proteger tu privacidad en línea. Estas herramientas encriptan tu tráfico, ocultando tu actividad en línea y protegiéndote de miradas indiscretas.
Tabla de Contenido
1. Suponer que una VPN garantiza el anonimato total

Una VPN puede ayudar a que tus actividades sean privadas cuando se utiliza correctamente (y con mucho cuidado), y puede formar parte de tus herramientas para mantenerte en las sombras. Pero una VPN no es un manto de privacidad que puedes echarte sobre los hombros y volverte anónimo al instante. En este aspecto, una VPN es idéntica a un teléfono desechable.
Si compras un teléfono desechable de forma anónima con dinero en efectivo y nunca lo utilizas para identificarte o vincular tu número con algo de tu vida actual, es una herramienta bastante anónima. Pero si lo compras con tu tarjeta de crédito, empiezas inmediatamente a llamar a personas que conoces y a suscribirte a servicios vinculados a tu identidad en la vida real, entonces cualquier apariencia de anonimato se va por la borda.
De la misma manera, si tu objetivo es permanecer anónimo para cualquier propósito, entonces tienes que tratar la VPN como parte de tu plan de privacidad. Debes hacer todo lo posible para evitar asociarte con la actividad en la VPN, incluida la suscripción anónima a la red.
2. Desconocer lo que estas redes pueden y no pueden hacer
Una VPN es simplemente una red privada virtual: conecta tu computadora, teléfono inteligente o incluso todo el enrutador a una red distinta de la red en la que te encuentras. Esta configuración puede ser tan simple como conectar tu laptop de trabajo a la LAN interna de tu oficina en casa, al otro lado de la ciudad, o tan compleja como enrutar toda tu conexión a Internet a través de una VPN para que parezca que estás en un país del otro lado del mundo.
Pero, fundamentalmente, una VPN es solo eso: un túnel encriptado desde donde te encuentras hacia otro lugar, que hace que parezca que todo el tráfico de tu dispositivo no proviene de tu ubicación actual.
Ese túnel puede ayudar a evitar que un punto de acceso Wi-Fi de un café espíe tu conexión, te permite ver un servicio de transmisión como Netflix eludiendo las restricciones geográficas, te protege mientras haces “torrenting” o te da acceso a recursos basados en LAN en tu oficina en casa. Pero no te volverá mágicamente anónimo, no te protegerá de malware o ransomware, ni alterará tu conexión y tus hábitos mientras la utilizas.
3. Pagar por una VPN para acceder remotamente a tu casa
Al configurar una VPN, hay dos componentes cruciales: un servidor VPN (que aloja el servicio VPN y acepta conexiones) y un cliente VPN (que se conecta al servidor). Pagar por un servicio no te ayuda a configurar un modelo cliente-servidor con tu red doméstica, te ayuda a configurar un modelo cliente-servidor con un servicio remoto.
Si tu objetivo es conectarte de forma segura a tu red doméstica, no necesitas pagar por un servicio VPN comercial. En cambio, debes configurar un servidor VPN en tu red doméstica para poder conectarte a casa cuando estés fuera. No necesitas un servicio de terceros para acceder a los archivos en tu red doméstica de forma segura.
Es importante tener en cuenta que puedes utilizar tu conexión doméstica como VPN, pero tiene algunas limitaciones notables.
4. No probar tu conexión a la VPN

La función fundamental de una VPN es crear un túnel seguro hacia una red remota. Si el túnel no es seguro o hay fugas de datos, la utilidad de la VPN se reduce mucho. En el mejor de los casos, no estás recibiendo lo que pagaste. Pero, en el peor de los casos, podrías correr peligro.
Con esto en mente, siempre debes tomarte un tiempo para probar tu conexión y garantizar que sea segura y que no se estén compartiendo datos.
5. Usar una VPN barata o gratuita
No necesitas gastar mucho dinero en un servicio de VPN, pero debes considerar seriamente un proveedor comercial de calidad en lugar de uno muy barato o gratuito.
Las VPN gratuitas son lentas o tienen un ancho de banda limitado. En el lado más oscuro de las cosas, son realmente gratuitas porque están viendo tus datos o tratando de monetizar la experiencia en ausencia de pago directo. Si estás tratando de mantener tu privacidad, vale la pena invertir en una VPN con buena reputación.
6. Enrutar toda tu conexión a Internet a través de una VPN
No siempre es un error enrutar toda tu conexión a Internet a través de una VPN, pero hacerlo por defecto para la gran mayoría de las personas lo es.
Si tienes una razón explícita y urgente para hacerlo, por ejemplo, si estás trabajando de forma remota en un país extranjero y estás enrutando toda tu conexión a tu país de origen o si estás haciendo un túnel seguro a otro país para evitar persecuciones, debes hacerlo, sin duda.
Pero para las personas comunes, comprar un enrutador compatible con VPN e involucrar toda su conexión a Internet en un túnel encriptado no tiene mucho sentido.
En la práctica, todo lo que esto logra es hacer que tu conexión a Internet sea más lenta, porque todos los túneles VPN tienen una sobrecarga introducida por el proceso de encriptación. En última instancia, ese no es un intercambio que valga la pena.
7. No usar un Kill Switch

Las personas optan por utilizar VPN por diversas razones, pero sea cual sea su motivación, ciertamente no quieren que se desconecte de repente y exponga su tráfico de Internet, ya sean datos personales o torrents activos.
Es por eso que debes usar un interruptor de corte (kill switch). Sin un interruptor de corte, cuando tu VPN se desconecta, tu conexión simplemente pasa a la conexión a Internet existente. En un minuto, estás conectado a un servidor remoto en el extranjero y al minuto siguiente estás nuevamente conectado a tu red en España.
Desde el punto de vista de la privacidad, esto es un desastre. Un kill switch cierra la conexión si el túnel VPN se desconecta. No tendrás acceso a Internet hasta que lo soluciones, pero tampoco tendrás fugas de datos que revelen tu identidad.
No todos los errores y conceptos erróneos que describimos aquí se aplican a la situación de cada persona, pero familiarizarte con los errores comunes te ayudará a utilizar las VPN de forma eficaz para tus necesidades y con la mínima precaución.